Declaración de la Liga de Unidad Socialista (LUS)
Para recuperar lo que hemos perdido por la inflación y el desempleo, debemos conquistar primero que todo la independencia y la democracia sindicales
La clase trabajadora y los pueblos de México y del mundo necesitamos avanzar hacia la unidad de nuestras luchas, dada la grave ofensiva con la que las fuerzas capitalistas, sus gobiernos y sus demás aparatos estatales tratan de imponer un creciente deterioro de nuestros niveles de vida y condiciones de trabajo. Entre otras señales por demás preocupantes, diversos organismos de la ONU han anunciado que a corto plazo –y a nivel mundial– vamos a sufrir fuertes aumentos en los precios de los alimentos. Además, la guerra desatada por la invasión del gobierno de Rusia a Ucrania amenaza con provocar una recesión económica en la mayoría de los países del mundo.
La pandemia de COVID-19, lejos de estar controlada, sigue provocando dolor y muerte entre la población mundial, y especialmente entre la población más pobre y vulnerable. No nos hemos librado del azote de la pandemia, cuando ya estamos enfrentando nuevas amenazas para la vida en cuanto a la salud, el agua, la alimentación, el trabajo, la vivienda, la educación, la cultura y el medio ambiente. La agresión militar a Ucrania por parte del imperialismo ruso ha dejado una estela de masacres, destrucción y de innumerables crímenes cometidos contra la población civil. Las negociaciones bilaterales se complican día tras día, y la confrontación interimperialista de la alianza EUA-Unión Europea contra Rusia amenaza con extender hacia otros países la guerra que ya ha estallado.
En México ya es evidente a los ojos de millones que no existe un proceso de transición a la democracia. La autoproclamada Cuarta Transformación (4T) no es sino otro régimen burgués y neoliberal, que se caracteriza principalmente por la promoción y la defensa de los capitalistas, de los negocios turbios, de las ganancias extraordinarias de los grupos financieros y empresas trasnacionales, de los monopolios nacionales y del ejército.
El carácter impostor de la 4T ha quedado al descubierto por su estrategia de control político sobre las y los trabajadores mexicanos; la destrucción de los contratos colectivos de trabajo, tabuladores, escalafones y horarios de trabajo; por la cada vez mayor proporción de la población trabajadora que labora de manera informal o precaria; por las largas jornadas laborales que no respetan ni la letra ni el espíritu de la ley; la conculcación de los derechos humanos, constitucionales, laborales, salariales y sindicales y la terrible oleada de feminicidios que se extiende y profundiza todo lo cual atenta claramente contra los intereses de la clase trabajadora y del pueblo mexicano en general.
Ante los formidables retos que enfrentamos, el pueblo trabajador sólo puede confiar en sus propias fuerzas y en las de sus aliados: mujeres, pueblos originarios, campesinos, jóvenes, personas discriminadas por su orientación o preferencias sexuales. Con ellas, con ellos, podemos organizarnos de manera independiente y democrática para detener –y posteriormente superar– la ofensiva de los capitalistas y sus gobiernos.
La liberación de la clase trabajadora será obra de la clase trabajadora misma.
República Mexicana, 1o. de mayo de 2022.
Liga de Unidad Socialista (LUS)